Nacer en un hogar cristiano me ha dado el privilegio de conocer a muchos misioneros, de muy niño la verdad es que no entendía muy bien que hacían ellos, para mi simplemente eran personas que se iban de su casa a vivir a otro lado pero no sabía nada de ellos.
Hace varios años (ya un poco más crecidito…de edad) trabaje para una agencia misionera y aprendí lo que realmente era un misionero: es una persona que tiene un llamado profundo y sincero por dar a conocer el nombre de Jesús con quienes no lo conocen.
La realidad bíblica es que todos aquellos que somos verdaderos hijos de Dios somos misioneros o deberíamos tener la urgencia de dar a conocer a Jesús porque a todos El Señor nos comisiono en Mateo 28:18-20 a ir y a hacer discípulos, es decir compartir el plan de Dios para la salvación y llevar a la gente a ser seguidores de Jesús.
Pero aunque lo anterior es algo que debemos considerar seriamente la realidad es que la tarea de salir de su lugar (casa) para ir a otro pueblo, ciudad, país o hasta continente es algo que solo algunos toman.
Esta no es una tarea fácil, porque significa dejarlo todo e ir en pos de un deseo que está en el mismo corazón de Dios.
Hace algunas semanas tuve la oportunidad de conocer a una persona que hace algunos años tomo este paso, salió de su casa, lo dejo todo y vino a nuestro México en especifico a Guadalajara a dar de su tiempo, juventud y esfuerzo para compartir del maravilloso amor de Dios con mucha gente que no lo conoce.
Como parte de un programa de Asambleas de Dios llamado engage, el domingo pasado fue la despedida de 3 de las personas que han estado aquí. Fue increíble ver como en poco más de un año su corazón ha sido transformado por la obra de Cristo en ellas, también es impresionante ver a cuanta gente llegaron a tocar durante su tiempo aquí, a cuantos niños y mujeres llenaron de alegría pero sobre todo las llenaron con el amor de Dios que ellas derramaban en cada cosa que hacían.
Tuve la oportunidad de convivir principalmente con Stacia Nicole Chapman, una chava impresionante, con una sensibilidad y un corazón enorme para con Dios.
Hoy decidí escribir esto en agradecimiento a ella y a todas esas personas que dan de su tiempo y vida por bendecir nuestra ciudad.
En la Biblia se nos enseña a dar gracias a Dios por todo y en todo y este es un muy buen motivo para dar gracias.
En el mundo hay millones de personas que aun no conocen de Jesús y que necesitan cambiar su situación espiritual y el trabajo de los misioneros es vital para que esto se cumpla.
Me siento muy honrado de conocer a tantos hombres y mujeres que dan este paso y siguen al Señor en esta hermoso ministerio.
En especial doy gracia a Dios por este ministerio, ellos trabajan en colonias muy humildes de Guadalajara y tienen grupos en distintas universidades en todo lo que ellos hacen su única motivación es derramar del amor de Cristo a quienes no lo tienen.
Stacia, además de una gran mujer de Dios eres una gran amiga, es verdad que aquí te vamos a extrañar pero saber que te vas para continuar con el plan y propósito de Dios para tu vida me alegra mucho. Dios es fiel y cumplirá su propósito en ti.
Para Stacia y para todos los misioneros y obreros del mundo: gracias por dar de su hoy para afectar el mañana de muchos.
Dios los bendiga.
Tato, no sé lo que puedo decir. Eres un gran ejemplo, un amigo increible, y un bendicion en mi vida. No sabia todo lo que Dios queria hacer durante de mi tiempo en Mexico pero Dios me enseño tanto acerca de mi misma, la amistad, del amor, de misiones y de la vida en general. Tambien Dios me da amigos verdaderos, como tu, que han hecho cosas grandes en mi vida. Podria seguir hablando por horas pero solamente quiero decir gracias por todo lo que has hecho, me has dicho, y me has dado. Dios tiene planes tan increibles para tu vida y yo sé que tu vas a cumplirlos....Te quiero mucho amigo!! Dios le bendiga muchisimo por todo lo que estas haciendo!
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